No sé porqué a veces, en algunos momentos, recordamos y vemos las cosas con una gran claridad. La memoria, presenta para mi, al igual que otras habilidades de nuestro cerebro, un gran atractivo y una gran misterio. A propósito, este mes en la revista National Geographic publican un artículo sobre ella que pienso leer.
En fin, ayer, por proximidad física a uno de los lugares en que tuvo lugar, recordé mis primeras experiencias que tienen que ver con el mundo de la astronomía, ya han pasado la friolera de 24 años. Me vinieron a la mente las imágenes del grupo de amigos que formamos durante nuestro último año en el instituto, nos reuníamos para "preparar la selectividad", a la reunión seguía un partido de baloncesto en el colegio Salesianos y unas charlas en "los pastos", una zona verde sita al lado del colegio. Luego paseos en bicicleta por las orillas del Miño, tras las cuales más de uno salimos accidentados. Esos amigos seguimos reuniéndonos y recuerdo un par de nuestras salidas con prismáticos, no puedo evitar la risa que me produce el recuerdo de nuestra imagen subiendo, de noche, unas empinadas cuestas sin camino, cargando un apoyo de madera de diseño casero para colocar los prismáticos encima y poder mirar con comodidad, el lugar que escogíamos era un alto al que se accedía desde la carretera de Reza ( Ourense).
La verdad es que este lugar siguió teniendo presencia en nuestras vidas durante muchos años, y por diversos motivos, en nuestras prospecciones ornitológicas tuvimos el privilegio de observar un aguila pescadora capturando un pez, en aquel momento en España había sólo 50 parejas.
Otro momento que recuerdo con cariño de aquellos años fue otra observación con prismáticos desde otro lugar al que tengo especial devoción, el cenobio de S. Pedro de Rocas, esta vez nos llevamos unas empanadas.
Y por último, de estas viejas vivencias, recuerdo el cometa Halley, desde donde había un descampado, hoy una urbanización, próximo a la estación de ferrocarril de Ourense.
Reconozco que todas estas vivencias son para mi agradables recuerdos.
domingo, 5 de octubre de 2008
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